- Pienso que lo que mas satisface a las personas en general es el reconocimiento.
- No soy capaz de confiar plenamente en ninguna persona de este mundo.
- Soy un celoso paranoico y patológico, siempre creo que la que en ese momento es mi novia se siente atraída pasionalmente por alguno de mis amigos. Con cada novia, un amigo distinto es el foco de mi obsesión.
- Tengo muchas manías absurdas, especialmente por la uniformidad estética de las cosas. Especialmente en mi ordenador.
...
- En el cine siempre me identifico con los que juegan el papel de perdedor, y sus fracasos llego a sentirlos como míos.
- Siempre pienso que de aquí a un año mi vida estará definitivamente encauzada y estaré triunfando en el aspecto que deseo. Evidentemente, no es así.
- No creo haber triunfado más en la vida que como cuando tenía 10 años.
- Los pechos femeninos son mi gran pasión.
- No soy capaz de entrar a una tía en una discoteca o, lo que es lo mismo, soy totalmente incapaz.
- Me imponen las personas que son mas altas que yo.
- El contexto de las situaciones me marca de una manera que llega a ser increíble.
- En muchas ocasiones que voy solo por la calle pienso que me están vigilando o persiguiendo.
- Paradójicamente, soy poco seguro de mi mismo y en muchas ocasiones pienso que gusto a todas las chicas que me miran.
- Los niños pequeños me resultan tan adorables como odiosos. En ambos casos hasta el límite.
- Necesito recomendar dos grupos que sin grandes pretensiones hacen una música muy agradable de escuchar: Elefante y Pastora.
- Siempre vislumbro las ventajas egoístas de cualquier situación, incluso en las más dramáticas.
- Odio las masificación tanto como la adoro cuando es por una misma causa.
- Siempre evito mirar al suelo cuando coincido con alguien en el ascensor. Un pequeño acto de rebeldía.
- No creo que nadie sea nunca tal cual es, sino tal cual quiere aparentar ser.
- Creo que todos somos un folio en blanco donde escriben las personas que te rodean.
- Tengo serias dudas religiosas pero no soy capaz de descartar esa opción.
- La cabeza siempre vence a mi corazón.
- Me harta ver como la gente se obsesiona por parecer mas lista que los demás, eso le hace mas desgraciados.
- Me gustaría formar parte una elite, ¿qué elite? No se, pero suena bien.
- Creo que el dinero no da la felicidad, da la libertad, que no quiere decir que vayas a saber manejarla.
- Mi mayor defecto es pensar demasiado, y no quiere decir que eso sea bueno.
- Soy muchísimo mas previsor, fatalista y lógico de lo que me gustaría ser.
- Sueño con ser como un personaje de las comedias americanas. Sencillo e irreflexivo.
- Me cuesta mucho entender a quien no piensa igual que yo y no me convence pronto de su opinión.
- No soporto a la gente que no se moja.
- Muchas veces critico a los que no están y se que lo hago por unirme un poco más a mi interlocutor. Trato de evitarlo.
- Pocas veces soy feliz en el momento, lo suelo ser en el recuerdo.
- Al principio siempre espero a que los demás tomen la iniciativa, luego siempre la quiero tener yo.
- Creo que sería un perfecto lider para muchas personas a la vez que sería un perfecto secuaz para muchas otras.
- Si alguien no me gusta tardo muy poco en deshacerme de el, aunque a la vez tengo una gran tendencia a tropezar dos veces en la misma piedra.
- Alguna vez me he forzado a llorar para darme pena a mi mismo.
- Me cuesta una barbaridad comprometerme a cualquier cosa mas de un día antes.
- Soy consciente que tengo defectos que no soporto ver en los demás. De hecho creo que son los que menos soporto.
- Cuando las cosas me salen perfectas pienso que todo ha sido preparado por los demás para que sea así.
- Muchas veces he sentido que alguien se reía de mí, antes era casi una obsesión.
- Me sorprendo al ver como complico y dramatizo aspectos de mi vida que me van de maravilla.
Ella salió de mi vida 6 meses después de dejarlo, la llamé y la dije que no podía volver a verla porque la seguía queriendo y, claro, ella rehacía su vida con otros chicos, otros. Pufff. Tan solo de vez en cuando, cuando llegaba a casa borracho y falsamente abatido una vez más, la escribía mails donde le contaba que la quería, que me acostaba con otras chicas con las que no conseguía sentir nada, las cosas que me pasaban, etc...
Ella nunca respondía, ya se lo avise antes de dejar de verla definitivamente: no respondas nunca a mis mensajes o mails borracho. Ella, muy inteligente, no lo hacía.
Volví a verla hace poco mas de un mes, ya lo mencioné anteriormente, y creí que todo estaba superado. Que verla y no echarla de menos marcaría un antes y un después en el destino de mis sentimientos. Claro, yo estaba con otra, que me dejo al poco, pero me entretenía con otras. Pero han llegado las navidades y estas fechas a las que no tengo un cariño especial pero que me han hecho volver a pensar en ella. En lo bien que lo habríamos pasado en esa casa donde estuvimos a punto de instalarnos. Con nuestro gatito, nuestro peculiar gusto decorativo y las paredes mal pintadas por nosotros.
La envié un mensaje sereno para felicitarla las navidades, me respondió muy cordialmente. En nochevieja la felicite el año, por mensaje y borracho, no respondió. Otro día, sereno, la dije que estaría bien vernos algún día y me respondió: estaría bien. La noche de reyes otro mensaje para quedar, pero no estaba en Madrid y me dijo que el 7 volvería y ya nos veríamos. Hoy la he escrito para vernos mañana, aún no me ha respondido. Y esa respuesta es lo de menos. Lo peor es que vuelvo a pensar en ella, en la reconquista. Y creo que ella está con otro. Además veo películas y leo libros que me hacen pensar que debería estar con ella, que es la chica a la que realmente quiero y querré.
En fin. El caso es que me imagino que la vuelvo a ver y analizo si realmente valdrá la pena decirla que la echo de menos y que volvería con ella en ese mismo momento si ella me lo pidiese. Entonces hago memoria...
De ella echo de menos: su sonrisa, la inocencia de sus preciosos ojos azules, su precioso pelo, cuando bailábamos de alegría al vernos, cuando celebrábamos San Valentin en mi coche vestidos de gala porque ningún sitio podía ser mejor que cualquiera que fuese nuestro, sus regalos sorpresa con miles de pequeños detalles, su voz dormida, sus llamadas para ver si había llegado bien a casa, verla conducir totalmente rígida, verla llorar cuando su gato se hacía el rebelde y parecía que había escapado, abrazarla hasta no poder más, su sonrisa de gamberrilla subiendo el labio inferior hacia arriba, nuestras borracheras pasionales en su habitación, el como olvidaba todos los nombres de los miles de grupos de los que le hablaba, o el nombre de los directores de cine. Echo de menos verla en pijama con sus zapatillas gigantes, cuando veíamos pelis porno para calentarnos, sus enfados cuando la encontraba un doble malo, su cara de ilusión ante esos objetos pequeños y absurdos tan femeninos, cuando cenábamos chino y siempre dejaba la mitad, su precioso e impecable desnudo y follar con ella.
Pero no echo de menos: cuando no me dejaba salir nunca con mis amigos o si lo hacía tras previo mal rollo, cuando se ponía en plan sargento en su casa con sus cosas, cuando se impresionaba por cosas nimias que decía alguien o había escuchado en la tele, cuando hacía mas caso a su padre que a mí, cuando me decía que si y yo sabía que pensaba lo contrario, cuando guardaba las formas por respeto a los demás, cuando no proponía ningún plan para que lo hiciese yo, cuando tardaba mogollón en arreglarse, cuando llegaba tarde, cuando hablaba con cualquier persona del mundo porque le gusta conocer gente, cuando se ponía rara mirando al vacío y no me daba ninguna razón concreta, cuando se fascinaba con las historias de amantes ocultos...
El caso es que últimamente he descubierto que el amor nunca será solo la primera parte, sino la unión de las dos. Y mañana, o un día cercano la veré, porque me lo he propuesto. Creo que está con otro aunque no lleva mucho. Pueden pasar varias cosas:
1. Indiferencia. Al estar con otro ella se mostrará conmigo tan simpática como con cualquiera de mis amigos.
2. Pequeños recuerdos. Puede llegar el momento en el que hablemos de nosotros y nuestra relación.
3. Reencuentro. El más utópico. Pero a lo mejor nos vemos y pasa algo con derecho a algo más.
¿Y yo que quiero? Eso es lo que deseo saber al escribir todo esto. Tenerlo claro para que actúe como actúe ella, hacer las cosas del modo que pida mi instinto y no en función a ella, como siempre me ha pasado desde entonces.
¿Y yo la quiero? El sábado me enrollé con una chica que me encanta pero no he vuelto a saber nada de ella, si, la envié un mensaje sin respuesta. Mas incomunicación.
¿Tendrá que ver esto último con el resurgir de mi amor por mi ex?
La mente es plastilina donde todo el mundo mete mano menos uno mismo.
Ah, y perdón por los laísmos, es una enfermedad que no puedo superar.
Hoy empieza el nuevo año. He dedicado los últimos días de Diciembre a pensar realmente en mis propósitos para las próximas fechas y en cuando coño voy a dar un rumbo, sino definitivo, cuanto menos interesante a mi vida. Son tanta las opciones que cualquier decisión es mas difícil: seguir viviendo con mis padres, emanciparme, buscar trabajo en lo mío, montar mi propio negocio, escribir, aprender diseño gráfico, música, etc, etc. Y claro, todo tiene sus pros y sus contras. Es un auténtico mareo.
Por lo tanto hoy he decidido que los dados me guíen, no tomo sus decisiones al pie de la letra pero si las considero un consejo, sino una predicción, tanto o mas valioso que el de cualquier persona. El proceso ha sido el siguiente...
He seleccionado cinco aspectos de mi vida (trabajo, hogar, proyectos, relaciones, actitudes) y le he dado a cada una seis posibilidades. Todo organizado he tirado el dado seis veces por cada aspecto y el número que mas se repetía era el ganador, en caso de empate, un juez parcial y subjetivo como yo, se decantaba por el ganador. Y el resultado de lo que quizá deba de ser el rumbo de mi vida para el 2004 es el siguiente...
Montar un negocio propio (que conozco perfectamente) y continuar en casa de mis padres, aunque no se descarta la idea de alquilar paralelamente un pequeño piso-estudio-picadero compartido con amigos. Se supone que el negocio irá bien y lo debería de compaginar con cursos de música, desde inicios básicos hasta la composición informatizada pasando por solfeos (cerca de medio kilo de inolvidables pesetas). Por otra parte debería buscar una novia con la que estar a gusto pero sin tener grandes pretensiones ni nada parecido, se ofrece la posibilidad también de golfear, es decir, aún teniendo novia. La actitud ante los demás, especialmente amigos (a los que nunca se muy bien como tratar) debe de ser de absoluta indiferencia ante los actos, negativos especialmente, de los demás y a lo que puedan opinar o pensar sobre mí en un momento dado. Es decir, estar por encima de ellos, por encima del bien y del mal, sonreír aunque me critiquen o estén tratando de quedar por encima mía.
En resumen, novia y amigos sin pretensiones ni rayadas, mientras me dedico a un próspero negocio propio y aprovecho para ahorrar y disfrutar porque sigo en casa de mis padres. Paralelamente curso estudios de música que me valen tanto como hobby como una nueva posibilidad laboral.
Ahora solo hay que elaborar los pasos a seguir ya que este destino me parece interesante, en momentos de indecisión absoluta los dados me darán el consejo definitivo. ¿Cuánto me durará la idea de que esto es posible? ¿Cuánto tardaré en discutir con un amigo porque estoy en desacuerdo con alguna actitud? Da igual, lo importante es que tengo una base. Y eso es muy pero que muy importante.
¿Caigo en el tópico de felicitar el año a quien esté leyendo esto? Par= si, Impar= no....
Feliz 2004.